-¿Qué es lo último que recuerdas, Jeon?-
Preguntó el castaño, quien aún aturdido por la brisa golpeando ligeramente su rostro, nunca apartó sus preciosos ojos grisáceos de los azulados del pelinegro a su lado.
-A tí.-
-¿Qué es lo último que recuerdas, Jeon?-
Preguntó el castaño, quien aún aturdido por la brisa golpeando ligeramente su rostro, nunca apartó sus preciosos ojos grisáceos de los azulados del pelinegro a su lado.
-A tí.-